La Fundación Caja de Burgos, la Obra Social ‘la Caixa’ y la Fundación Atapuerca completarán el sendero botánico de los yacimientos


Febrero 2017

La Fundación Caja de Burgos, la Obra Social ‘la Caixa’ y la Fundación Atapuerca han firmado un convenio de colaboración para desarrollar el proyecto de mejora y adaptación del entorno botánico de los yacimientos, con referencias  arqueobotánicas, en el sendero adyacente a la Trinchera del Ferrocarril de la sierra de Atapuerca. Este convenio permitirá a la Fundación Atapuerca ofrecer visitas especializadas de contenido ecológico a partir del mes de junio.

Durante 2017 se completará el sendero botánico que recorre la Trinchera del Ferrocarril de los yacimientos de Atapuerca y que da a conocer tanto el conjunto arqueopaleontológico como las principales especies arbóreas del entorno. La remodelación del sendero es el resultado del convenio firmado en 2016 por las tres instituciones mencionadas, gracias al cual se realizaron acciones interpretativas ­­–como la adaptación de contenidos e instalación de paneles informativos– y obras de adecuación perimetrales y del piso. Durante 2017 está previsto abrir una pasarela entre ambos lados de la Trinchera y una senda de 600 metros paralela a la pista de servicio de vehículos militares y del personal del yacimiento, así como continuar con la señalización del sendero botánico por medio de postes de dirección y explicativos de las especies arbóreas y arbustivas más significativas. Además, aprovechando la espectacular vista que se tiene de Valhondo desde algunos puntos del sendero, se plantea la instalación de una gran mesa interpretativa, integrada en el vallado de madera, para recrear el paleoambiente de las fuentes del rio Pico y la laguna que existió allí, con la fauna y flora asociadas. Asimismo, se continuará con la formación de los monitores de la Fundación Atapuerca en aspectos básicos relacionados con el medioambiente del entorno, para que puedan incorporarlos en los contenidos habituales de las visitas.

Esta actuación forma parte de las pautas que el equipo director del Proyecto Atapuerca ideó en 1995 para el desarrollo de estrategias de comunicación del entorno de los yacimientos. Desde entonces, se han ido activando total o parcialmente los elementos que facilitan a los visitantes la aproximación a este importante espacio Patrimonio de la Humanidad.