El primer humano moderno de Asia


El hallazgo de 47 dientes de morfología absolutamente moderna en una cueva del sur de China revela que nuestra especie, Homo sapiens, estaba presente en Asia mucho antes de lo esperado. Datados entre 80.000 y 120.000 años, los restos encontrados en la cueva de Fuyan (Daoxian, sur de China) representan los fósiles inequívocamente modernos más antiguos que se conocen fuera de África. Este hallazgo adelanta significativamente la fecha de 50.000 años que la mayoría de la comunidad científica estaba dispuesta a aceptar para la presencia de H. sapiens en Asia.

Este estudio es resultado de la colaboración que los investigadores del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA), María Martinón-Torres y José María Bermúdez de Castro, mantienen desde hace ya más de seis años con los paleoantropólogos del Institute of Vertebrate Paleontology and Paleoanthropology (IVPP) de Pekín, Liu Wu y Wu Xiujie, quienes este pasado mes de julio visitaron los yacimientos de Atapuerca por primera vez.

Los dientes encontrados en la cueva de Fuyan, en Daoxian, se parecen a los de las poblaciones actuales y son, tanto en su tamaño como en su forma, más avanzados que los restos fósiles de los yacimientos levantinos de Qafzeh y Skhul, que poseen una cronología similar. El estudio, publicado en la revista Nature, obliga a un replanteamiento del escenario evolutivo de nuestra propia especie pues demuestra que China estaba habitada por humanos completamente modernos entre 30.000 y 70.000 años antes que el Levante o Europa.

Entre las varias implicaciones que tiene este hallazgo cabe destacar dos. Por una parte el nuevo estudio plantea interrogantes sobre quiénes son los ancestros inmediatos de las poblaciones actuales. ¿Es posible que los H. sapiens actuales, o al menos parte de ellos, sean descendientes de una población que evolucionó en Asia durante el Pleistoceno superior? ¿O quizá el origen de las poblaciones actuales obedece a una salida posterior a través del corredor Levantino? ¿Quizá las dos hipótesis son complementarias y no mutuamente excluyentes?

Por otra parte, cabe destacar que H. sapiens tardó el doble de tiempo en entrar en Europa que en Asia. La coincidencia entre la entrada de H. sapiens en Europa y la desaparición de los neandertales se ha interpretado con frecuencia como evidencia de la superioridad de los humanos modernos, cuya entrada habría desencadenado la extinción neandertal. Pero si los humanos modernos ya estaban a las puertas de Europa hace casi 100.000 años, ¿por qué no entraron en nuestro continente hasta hace apenas 45.000 años? Quizá los neandertales fueron durante mucho tiempo una barrera demasiado difícil de franquear para H. sapiens. Solo cuando empezaron a flaquear las fuerzas de una población castigada sin piedad por los fríos cíclicos e implacables de Europa, H. sapiens vio su oportunidad para arrebatar a los neandertales el que había sido su imperio durante los últimos cientos de miles de años.