El registro climático del Paleolítico superior de Bizkaia reconstruido


Los humanos vivimos en tierra firme y los restos de nuestra actividad están en la superficie continental, a veces en cuevas, como la de Antoliñako Koba, en Bizkaia, investigada por el profesor Mikel Aguirre de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Nuestro comportamiento a lo largo de la evolución ha cambiado a menudo en función de los cambios climáticos. Por ello, en todo proyecto de investigación se quiere conjugar los restos de la actividad humana con los datos climáticos en la región. Sin embargo, los registros climáticos en las cuevas y yacimientos arqueológicos en general no son continuos, no solemos tener todos los episodios climáticos registrados, ni tenemos la precisión que buscamos y necesitamos. Esta precisión la encontramos en los registros marinos, especialmente en el hielo ártico de Groenlandia, donde ha podido reconstruirse el pasado climático de la Tierra. Groenlandia queda lejos de Bizkaia y se hace difícil casar la información de Antoliñako con la del hielo. A la resolución de este problema se ha dedicado el trabajo dirigido por Juan Rofes, del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) y actualmente en el Muséum National d’Histoire Naturelle de París, que ha liderado un equipo de investigadores procedentes de instituciones francesas y especialmente de la Universidad del País Vasco (UPV). En el estudio han conseguido combinar restos de microvertebrados (reptiles, mamíferos y anfibios) e isótopos estables (todos recogidos en Antoliñako), con microfauna marina (foraminíferos y ostrácodos) e isótopos del oxígeno de la bahía de Bizkaia. Además, las dataciones de Carbono 14 de Antoliñako han añadido la posibilidad de situar los datos vizcaínos en la secuencia de cambios climáticos de Groenlandia. Con ello han podido reconstruir los episodios climáticos y la adaptación humana en Bizkaia desde hace entre 44.000 y 9.000 años atrás, a lo largo del Paleolítico superior y el Mesolítico. Toda una cuadratura del círculo que ha merecido la atención de la revista Scientific Reports, del grupo Nature, y la quinta revista multidisciplinar a escala mundial.