Los secretos de Homo naledi


Homo naledi vivió en lo que hoy es Sudáfrica en una época aún por determinar, pero que sus descubridores estiman en más de dos millones de años atrás. A pesar de la distancia en el tiempo y en el espacio, su historia nos es muy familiar en Atapuerca: los restos muy completos, un grupo amplio de humanos pertenecientes a diversas edades y a los dos sexos hallados en el fondo de una cueva. ¿Os suena? Pues sí, el yacimiento en que ha aparecido parece ser el hermano gemelo de la Sima de los Huesos. Cuando en el Equipo de Investigación de Atapuerca discutíamos cuál era la mejor forma de interpretar el registro humano de la Sima, al final surgió como única explicación plausible la acumulación antrópica de los cadáveres de los congéneres de Homo heidelbergensis que poblaron la sierra de Atapuerca en el Pleistoceno medio. No fue fácil convencer a la comunidad científica, aunque la aparición del bifaz Excalibur ayudara mucho. Lo que sí teníamos muy claro es que, incluso considerando que aquel comportamiento debía ser quizá no universal pero sí muy general en el género humano, sería virtualmente muy difícil si no imposible hallar otra Sima. Parece que ya no podremos decirlo más. Pero lo que sí podremos hacer es mejorar nuestro conocimiento del simbolismo humano primitivo y estar más seguros de nuestra interpretación de la Sima porque ahora ya tenemos otro ejemplo al que compararla.