Enero 2017
El pasado 15 de diciembre tuvo lugar en la Universidad de Valladolid la defensa de la tesis doctoral de la arqueóloga Belén Márquez Mora, bajo el título: “La industria lítica musteriense del Abrigo de Navalmaíllo (Pinilla del Valle, Madrid). Implicaciones tecnológicas y funcionales de un conjunto realizado en cuarzo”.
Los yacimientos en el abrigo y cueva del Calvero de la Higuera, en Pinilla del Valle (Madrid), son uno de los conjuntos más interesantes para conocer el modo de vida e interacción con el medio de los grupos de neandertales que poblaron la península ibérica durante el Pleistoceno superior. Están situados en el valle alto del Lozoya, una depresión de la sierra de Guadarrama que forma parte del sistema central español. Desde el descubrimiento en 1979 del primero de los yacimientos del Calvero de la Higuera, la cueva del Camino, y tras la configuración del nuevo equipo de investigación en 2002, se han descubierto en el mismo promontorio otros cuatro yacimientos más (Abrigo de Navalmaíllo, Cueva de la Buena Pinta, Abrigo del Ocelado y Cueva Des-Cubierta), bajo la dirección actual de Juan Luis Arsuaga, Enrique Baquedano y Alfredo Pérez González.
La muestra de industria lítica objeto del estudio tecnológico y funcional de esta tesis doctoral es un conjunto musteriense del Abrigo de Navalmaíllo, cuyo rasgo más característico es que está fabricado en su mayor parte en cuarzo y tiende hacia el microlitismo. Todas las materias primas, salvo el sílex, de la que aún se desconoce la fuente, se encuentran disponibles en los alrededores del Calvero. Los estudios de huellas de uso emprendidos sobre la industria lítica del yacimiento confirman en varios casos la utilización de las herramientas de cuarzo en tareas de descuartizado, así como en otras relacionadas con el trabajo de la madera o de la piel. También se confirma la versatilidad de los denticulados para realizar diversas tareas.
Belén Márquez Mora es miembro desde 2002 del equipo de investigación de Pinilla del Valle y trabaja en el Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid. También es miembro desde 1989 del Equipo de Investigación de Atapuerca. La tesis ha sido dirigida por los doctores Carmen Gutiérrez (Universidad Autónoma de Madrid) y Fernando Díez (Universidad de Valladolid) y ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude.