Nuevo estudio sobre ojos, órbitas oculares y áreas cerebrales


Septiembre 2015

Emiliano Bruner, responsable de Grupo de Investigación Paleoneurobiología de Homínidos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), ha participado en una reciente publicación sobre las relaciones entre los ojos, las orbitas y las áreas cerebrales. La investigación, coordinada por Michael Masters, del Montana Tech (Estados Unidos), ha sido publicada a finales del mes pasado en la revista ‘Journal of Anatomy’.

En el estudio se analizan las variaciones del tamaño de los ojos en los humanos adultos. Como ya ha sido descrito en otros primates, tampoco en los humanos el tamaño del ojo y el de la órbita ocular están muy relacionados. Además, la correlación entre el ojo y la corteza cerebral occipital, dedicada a la visión, es muy baja. Por otro lado, existe cierta correlación entre el tamaño del ojo y el de la corteza frontal, que no está relacionada con la visión, pero que se encuentra directamente encima de las orbitas.

Emiliano Bruner afirma que todos estos elementos (ojos, orbitas, áreas cerebrales) están relacionados, pero varían sus dimensiones de forma bastante independiente. Y añade que, a lo largo de la evolución humana, la reducción de las orbitas y la ampliación del cerebro han creado una situación de competición para el espacio, que puede conllevar aquellas deformaciones del bulbo ocular asociadas a defectos de la visión como la miopía.

En la etapa adulta, después de los cuarenta años, el cerebro ya no cambia pero la cara sigue creciendo, las órbitas se amplían ligeramente y los ojos pueden recuperar parcialmente su forma, mejorando algunas capacidades de enfocar las imágenes. Estas son algunas de las conclusiones de esta reciente investigación.