Nuevos datos sobre la tecnología de los preneandertales


A finales de marzo se llevó a cabo la segunda campaña arqueológica en La Quivilleja de Valparaíso. Este yacimiento al aire libre está ubicado en la margen derecha del río Arlanza en el término municipal de Hortigüela, localidad situada en el centro de la provincia de Burgos en las proximidades de la sierra de la Demanda. Esta nueva intervención arqueológica, financiada por la Fundación Palarq y la Fundación Atapuerca, en colaboración con la Universidad de Burgos, ha sido dirigida por el arqueólogo y vicepresidente de la Fundación Atapuerca, Eudald Carbonell.

Durante una semana, un equipo de diez arqueólogos, muchos de ellos estudiantes de la Universidad de Burgos, ha terminado los trabajos de la cata de 25 metros cuadrados iniciada en la primera intervención, y se ha abierto una nueva cata de 15 metros cuadrados en otra área del yacimiento. Ambas excavaciones han permitido constatar la existencia de material arqueológico en posición estratigráfica en una antigua terraza del río Arlanza. Entre las herramientas recuperadas destaca una importante presencia de bifaces, hendedores, picos y lascas de gran formato, la mayor parte de ellas realizadas en cuarcita.

Los bifaces son las piezas más características del modo tecnológico II o achelense. En Europa esta tecnología la comenzaron a desarrollar los preneandertales hace medio millón de años y está bien documentada en los yacimientos de Galería y Gran Dolina en la sierra de Atapuerca. Estos yacimientos se encuentran a tan solo 32 km en línea recta del yacimiento de La Quivilleja de Valparaíso; por este motivo el estudio de la colección de herramientas de La Quivilleja de Valparaíso va a permitir conocer la relación tecnológica entre los grupos cazadores y recolectores que ocuparon la sierra de Atapuerca y los que se desplazaron por la cuenca media y alta del río Arlanza.