Los asentamientos neandertales al aire libre en la sierra de Atapuerca

Primeros resultados sobre tecnología, funcionalidad y experimentación en Fuente Mudarra


El Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) es muy numeroso y tiene una gran cantidad de investigadores especializados en diferentes disciplinas para abarcar un estudio tan ambicioso como el de nuestro pasado.

Una parte de este trabajo está encaminada a estudiar los asentamientos al aire libre y la vida cotidiana de los grupos prehistóricos que habitaron la Sierra de Atapuerca. Este paraje fue durante el Pleistoceno una gran casa con muchas habitaciones, unas en cueva y otras al aire libre. Podemos entender este territorio como el paisaje de la costumbre, donde se va desarrollando la vida cotidiana de Homo antecessor, de Miguelón y sus compañeros, de hombres, mujeres y niños neandertales, y posteriormente de Homo sapiens.

Desde 1999 y hasta 2003 se documentaron 191 asentamientos al aire libre situados en un radio de 10 km en torno a las cuevas de la Trinchera del Ferrocarril, y desde entonces se han ido estudiando. ¿Cómo se descubren los asentamientos al aire libre? Gracias a una prospección arqueológica de varios años en la que se bate metro a metro este espacio, descubriendo las evidencias arqueológicas visibles en la superficie. Gracias a ese trabajo se ha podido corroborar la presencia de generaciones de neandertales en la sierra, así como conocer cómo organizaban el espacio todos los grupos humanos que habitaron Atapuerca durante el Paleolítico.

Ahora el trabajo está centrado en la excavación de varios de estos sitios en los que grupos de neandertales deambularon durante miles de años, tratando de conocer el significado de cada una de las “habitaciones”. Se han excavado ya tres de estos lugares con ocupaciones desde 70 ka hasta 45 ka. Se sabe que sus ocupantes se asentaban directamente donde había materia prima para tallar (sílex) y que controlaban todo el territorio en el que vivían (páramos, cauces y terrazas fluviales, y laderas). Conocemos ahora la tecnología con la que contaban para fabricar sus herramientas, para qué las utilizaban y por tanto, qué actividades llevaban a cabo en cada una de estas habitaciones. Y así poco a poco se va dibujando la vida de la Sierra de Atapuerca hace 70.000 años.

El intenso trabajo de campo realizado a lo largo de todos estos años ha dado lugar al descubrimiento de un gran número de asentamientos con materiales arqueológicos con los que podemos caracterizar el modo de vida de los grupos neandertales que vivieron en ellos. Para realizar esta tarea ha sido imprescindible realizar un gran número de experimentaciones, así como apoyarse en el uso de las nuevas tecnologías para conocer cada detalle que pudiera aportar información.

Técnicas como microscopía de láminas delgadas, espectrómetro de masas (ICPMS) y difracción de rayos X han permitido caracterizar el sílex que estos homínidos utilizaban para fabricar sus herramientas e identificar los lugares a los que iban a buscarlo, así como caracterizar sus procesos de degradación. Además, el uso de herramientas como el microscopio confocal y el escáner Micro CT están ayudando a conocer el uso de las herramientas que se estudian, y a determinar actividades como el descarnado de animales o el trabajo del hueso.

Con investigaciones como estas, el EIA sigue creciendo, por un lado en número de investigadores, que se forman al amparo del Proyecto Atapuerca, y por otra en el conocimiento y descifrado del pasado.

Marta Navazo y Marta Santamaría

Resumen de la conferencia impartida por Marta Navazo, investigadora del EIA en la Universidad de Burgos (UBU), en la que se presentaron los trabajos realizados también por Marta Santamaría y Claudia Santamaría, de la UBU. La conferencia tuvo lugar el 12 de julio de 2016 en el auditorio de la Residencia Gil de Siloé de Burgos, en el marco del ciclo “40 años del descubrimiento de la mandíbula de la Sima de los Huesos”, organizado por la Dirección General del Instituto de la Juventud de Castilla y León, en colaboración con la Fundación Atapuerca. El ciclo se realizó por tercer año consecutivo, coincidiendo con la presencia del Equipo de Investigación de Atapuerca en la ciudad de Burgos, con ocasión de la campaña de excavaciones en la sierra de Atapuerca.