Redes


Emiliano Bruner / CENIEH

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El análisis de redes considera las relaciones entre elementos, sean personas, ordenadores, instituciones, especies o moléculas. Estas relaciones pueden ser familiares, bioquímicas, económicas o ecológicas, y estos tipos de estudio se usan a menudo en análisis sociales, por ejemplo, para diseñar las rutas de comunicación o para analizar internet y sus enlaces. Las relaciones se transforman en parámetros que indican la importancia de cada nodo entre los que tienen un valor más local y los que en cambio sirven a para conectar unidades lejanas. Es una disciplina que se funda en matemáticas y algoritmos, y que tiene toda una especialización a la hora de evaluar o programar sus herramientas. En neurociencia las redes se utilizan frecuentemente para analizar las conexiones nerviosas. Recientemente se ha empezado a aplicar el análisis de redes también para estudiar los conjuntos macroanatómicos, es decir, los sistemas hechos de órganos y tejidos. El cráneo es un ejemplo claro de red anatómica, donde elementos muy distintos forman un intricado sistema mecánico que es fundamental para generar un equilibrio arquitectónico. Precisamente, este mes hemos publicado, junto con Borja Esteve-Altava (de la Universidad Pompeu Fabra) y Diego Rasskin-Guttman (Universidad de Valencia), un análisis de redes aplicado a las regiones del cerebro que se suelen estudiar en paleoneurología y neuroanatomía evolutiva, considerando su posición y sus contactos físicos. El modelo localiza las regiones más importantes para la organización espacial de la corteza cerebral humana, y las que más pueden sufrir vínculos por su posición anatómica. Estos datos se deben tener en cuenta a la hora de considerar las variaciones evolutivas y filogenéticas de sus formas y de sus proporciones.

Referencia:

Bruner E., et al., 2019. A network approach to brain form, cortical topology and human evolution. Brain Structure and Function 224: 2231-2245.