El yacimiento etíope de Gona proporciona dos nuevos cráneos de "Homo erectus"


Por Isabel Cáceres / URV-IPHES

Un equipo internacional dirigido por el investigador del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) Sileshi Semaw y Michael Rogers, de la Universidad de Connecticut (SCSU, Estados Unidos), ha presentado recientemente en la revista Science Advances el descubrimiento de dos cráneos humanos asignados a Homo erectus hallados en el yacimiento de Gona, situado en el triángulo de Afar (Etiopía). En el estudio ha participado Isabel Cáceres, investigadora de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) y miembro del Equipo de investigación de Atapuerca (EIA).

Uno de los cráneos está casi completo. Se ha datado en 1,5 millones de años y se ha recuperado en Dana Aoule North (DAN5). Es pequeño y grácil y es similar a los pequeños individuos descubiertos en Dmanisi (Georgia). Este individuo (DAN5) tiene el volumen endocraneal (590 cc) más pequeño documentado para Homo erectus en África. El segundo cráneo se ha conservado parcialmente y tiene alrededor de 1,2 millones de años de antigüedad. Se localizó en las proximidades del río Busidima (BSN12). Es un cráneo robusto y grande (800-900 cc) y es parecido al OH9 de la garganta de Olduvai (Tanzania). El pequeño tamaño del cráneo DAN5 sugiere que podría pertenecer a un individuo femenino, mientras que BSN12 sería un individuo masculino. Esto sugiere que Homo erectus probablemente era una especie sexualmente dimórfica.

Ambos cráneos aparecieron asociados a herramientas de tipo olduvaiense (modo 1) y a otras más complejas pertenecientes al Achelense (modo 2). Así, los grandes bifaces y picos, herramientas típicas de Homo erectus, aparecieron en asociación a otras lascas y núcleos menos complejos pertenecientes al Olduvaiense.

Estos homininos vivían muy cerca de ríos, en entornos con bosques ribereños próximos a hábitats abiertos. El análisis de los isótopos estables (δ13C) del individuo DAN5 sugiere una dieta dominada por plantas C3* (es decir, la inmensa mayoría de las que conocemos) o animales que se nutrieron de este tipo de plantas, lo que indicaría una alimentación de amplio espectro omnívoro.

El estudio de las modificaciones tafonómicas que presentan los fósiles ha sido realizado por Isabel Cáceres. Este estudio concluye que, mientras que en BSN12 no se identificaron evidencias antrópicas, en DAN5 sí que se constató el uso de herramientas líticas para descarnar y para acceder a la médula de animales de distinto tamaño, lo que implica que Homo erectus consumió los mamíferos grandes, medianos y pequeños disponibles en el medio.

Los yacimientos de DAN5 y BSN12 se hallan entre los primeros con restos de Homo erectus asociados a conjuntos líticos Olduvaiense y Achelense. Las investigaciones desarrolladas proponen que la primera tecnología persistió mucho más tiempo después de la invención de la segunda, lo que sería indicativo de la flexibilidad conductual y de la complejidad cultural de Homo erectus.

Nota al pie:

*De acuerdo a la llamada fotorrespiración, las plantas pueden ser clasificadas en C3, C4 y CAM. La fotorrespiración es un proceso metabólico que implica el gasto de gran cantidad de agua. Dados los diferentes medioambientes del planeta, las plantas combaten de diferente manera este derroche. Aproximadamente, el 85% de las plantas son C3 (por ejemplo, arroz, trigo, etc., además de todos los árboles); un porcentaje muy inferior, en torno al 3%, utilizan células diferentes de la misma planta para hacer este proceso, de manera que el gasto de agua sea menor. Entre las C4 tenemos la caña de azúcar y el maíz. Finalmente, hay plantas tipo CAM, que reducen esta pérdida de agua haciendo una parte del proceso durante el día y la otra, durante la noche. Las plantas CAM son típicas de zonas desérticas.