Identificado por primera vez el uso de cuevas como cubiles por parte del lince ibérico


Por IPHES

La Cueva del Gegant, en Sitges (Barcelona), es el primer lugar de la península ibérica en el que se ha documentado el uso reiterado de una cueva por parte del lince ibérico, según ha determinado una investigación realizada por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), la Universidad de Barcelona (UB) y el Instituto Catalán de Paleontología (ICP).

Concretamente, los linces utilizaron la Cueva del Gegant hace 30.000 años como cubil. Así lo indica el análisis de los restos arqueológicos recuperados en uno de los niveles del yacimiento, los cuales han permitido caracterizar por primera vez cómo sería un cubil de este animal durante el Paleolítico. Se trata de un carnívoro abundante en los yacimientos de esta época en la península ibérica, pero hasta ahora no se había descrito con detalle el uso que hacían estos felinos de las cavidades. El estudio ha sido divulgado en la prestigiosa revista científica Scientific Reports, publicada por Nature. Antonio Rodríguez-Hidalgo, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca en el IPHES y en la UCM, es uno de los autores.

Los estudios tafonómicos y zooarqueológicos han permitido determinar que la Cueva del Gegant fue aprovechada por estos carnívoros fundamentalmente para criar y como refugio para los pequeños cachorros. Lo verifican los abundantes restos esqueléticos de diferentes edades, así como de las presas que consumían, principalmente conejos y algunas aves. Los excrementos de los linces también se han localizado en estado fósil (coprolitos) y el estudio de su contenido ha permitido identificar qué comían.

Las características que definen los cubiles fósiles son la abundancia de restos de conejos y pájaros, un alto número de restos óseos de linces de diferentes edades, una determinada forma de fracturación de los huesos largos de los conejos, así como las improntas de las mordeduras de los linces en los huesos de sus presas, especialmente las de pequeño tamaño, que indican el consumo por parte de las crías. A estos criterios se une la abundancia de coprolitos y huesos digeridos procedentes de la disgregación de los primeros (excrementos fósiles).

Este estudio abre nuevas perspectivas sobre el conocimiento de los linces ibéricos. En primer lugar, porque su presencia abundante en otros yacimientos de la península puede ser el resultado del aprovechamiento de las cuevas como cubiles de cría. En segundo lugar, porque la abundancia de restos de conejos y aves en determinados yacimientos podría ser también el resultado de la actividad de los linces y no de otros agentes que se habían propuesto hasta ahora, como por ejemplo, los humanos prehistóricos.

Referencia:

Rodríguez, et al., 2020. Taphonomiccriteria for identifying Iberian lynx dens in quaternary deposits. Scientific Reports. 10, 7225. DOI: http://doi.org/10.1038/s41598-020-63908-6

Información obtenida del Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES).