Neandertales “resucitados” y otros que nunca lo fueron


Los restos humanos son, salvo casos muy puntuales, hallazgos escasos y muy preciados en los yacimientos, ya que proporcionan una fuente de información directa sobre la anatomía y paleobiología de nuestros ancestros. No obstante, son mucho más exiguos si comparamos su proporción con los restos de fauna o herramientas de piedra que los acompañan. En ocasiones los restos humanos son identificados durante la excavación, permitiendo su estudio y su publicación directa. Otras veces, pasan desapercibidos y son encontrados años o décadas después, revisando las bolsas de fósiles indeterminados de fauna. Se trataría de una segunda oportunidad, o una suerte de “segunda excavación” sobre lo ya excavado, que permitiría nuevos descubrimientos. Esto ha ocurrido recientemente en Axlor (Dima, Vizcaya). Este yacimiento fue descubierto en 1932 por José Miguel de Barandiarán, y fue excavado entre 1967 y 1974. En el transcurso de esos años fueron recuperados, además de gran cantidad de restos óseos de animales y de herramientas líticas, cinco dientes humanos de un mismo individuo, clasificados como pertenecientes a neandertales, que fueron publicados en 1973 por el antropólogo vasco José María Basabe.

Durante la revisión de los fósiles de fauna de las antiguas excavaciones, depositados en el Museo Arqueológico (Arkeologi Museoa) de Bilbao, fueron descubiertos tres nuevos restos humanos entre la fauna: un fragmento de cráneo y dos dientes de leche. Estos hallazgos propiciaron el estudio de los “nuevos” fósiles, así como el reestudio de los “viejos”, a la luz de nuevas técnicas estadísticas y de imagen. Recientemente se ha publicado en la revista especializada en antropología física American Journal of Physical Antropology el análisis pormenorizado de estas tres piezas en un artículo liderado por el miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) Asier Gómez Olivencia.

Los resultados obtenidos respecto al estudio de los “nuevos” restos humanos han puesto de manifiesto que la morfología de los dientes y del cráneo es la característica de los neandertales. En cambio, las piezas dentales publicadas en 1973 tenían una morfología y un tamaño que era más similar a nuestra especie (Homo sapiens). Es difícil esclarecer, sin disponer aún de una datación directa, si se trata de individuos de época paleolítica o si puede tratarse de sujetos de las poblaciones agricultoras y ganaderas de la Prehistoria reciente.

Este es un ejemplo sobre cómo la revisión de antiguas colecciones puede arrojar luz sobre lo que pensábamos que sabíamos y sobre cómo gracias a los grandes científicos del pasado, que aportaron los cimientos, hoy, con nuevas técnicas de estudio, podemos auparnos a sus hombros para llegar más lejos.

Referencia:

Gómez-Olivencia, A., et al. 2020. The human remains from Axlor (Dima, Biscay, northern Iberian Peninsula). American Journal of Physical Anthropology.172, 475-491. DOI: http://doi.org/10.1002/ajpa.23989

https://culturacientifica.com/2020/07/03/nuevos-neandertales-del-pais-vasco-y-algunos-que-dejan-de-serlo/