Máster Oficial “Online” de Divulgación Científica de la Universidad Isabel I


Por Marcos Terradillos Bernal / Universidad Isabel I

Una de las principales características del Equipo de Investigación de Atapuerca (EIA) ha sido su apuesta constante por la divulgación científica. Esta pasión siempre se ha transmitido a los investigadores. Es así como cuatro miembros de este equipo y varios colaboradores crearon el Máster Oficial en Divulgación Científica en la Universidad Isabel I, que arrancó con éxito en este curso 2020-2021 (https://www.ui1.es/). Este máster está dirigido por Marcos Terradillos Bernal, miembro del EIA, y coordinado por Luis Quevedo, periodista científico. En él, también participan, entre otros: Susana Sarmiento, de la Fundación Atapuerca, Diego Arceredillo y Laura Rodríguez, investigadores del EIA o Francesc Gasco (Pakozoico). Además, cuenta entre sus docentes con otras figuras destacadas de la divulgación científica en televisión como Marián García y Beatriz Robles.

El desarrollo de este máster parte de la idea de que la divulgación es una de las disciplinas más relevantes de la ciencia y la tecnología, por el papel esencial que representa como intermediaria entre los grandes avances de la investigación y la población. Generar una sociedad del conocimiento requiere una comunicación eficaz entre las instituciones que crean nuevos avances científicos y el público general. Cuando las sociedades son poseedoras de unos conocimientos básicos pueden formar parte de las decisiones que se toman desde las esferas científicas y políticas. Una sociedad mejor formada en materia científica es una sociedad más crítica, exigente, participativa, culta, social, democrática, pacífica, humana y con visiones más amplias de nuestro contexto y nuestro futuro.

El máster en Divulgación Científica nace con el objetivo de formar profesionales de calidad en este campo, para favorecer que la sociedad comparta los avances científicos. La ciencia compartida, la ciencia de todos y para todos, promueve un futuro pacífico y un desarrollo sostenible. La ciencia facilita que las interacciones de los seres humanos se basen en conocimientos y no en odios. Pero, para que estos beneficios de la ciencia sean efectivos, los avances deben ser accesibles a todos los seres humanos, socializados y divulgados. Esta socialización permite que la población participe en las decisiones, y al mismo tiempo, que disfrute de los beneficios de la ciencia.

Escasez de divulgadores científicos

La escasez de divulgadores científicos en relación con las necesidades existentes es uno de los problemas que aqueja al mundo científico en Europa, y en particular a España. Además, como hemos podido ver en estos momentos de grave pandemia, los avances científicos y tecnológicos crecen cada vez de una forma más rápida, por lo que la formación de los divulgadores científicos debe ser continua, actualizada y de calidad.

Que la población esté formada e interesada por la ciencia (y más en estos momentos) nos permitirá poner en evidencia las mentiras (fake news o posverdades) que nos enfrentan. La ciencia favorece que los diferentes países, culturas, nacionalidades o grupos dispongan de herramientas de comunicación pacíficas, que mejoren sus vínculos y faciliten el desarrollo humano. La ciencia transmite valores propios de una cultura de paz y democracia, desde el respeto y la promoción de los derechos fundamentales, la igualdad entre hombres y mujeres y los principios de accesibilidad universal.

En este máster se imparten materias relativas al correcto uso del lenguaje, las redes sociales, el rol de los divulgadores o la estructura de la producción científica. Se ha apostado por tres líneas esenciales: la existencia de una materia dedicada en exclusiva a los niños, (que son el futuro de la sociedad); otra sobre la proyección profesional de los egresados (estudios de mercado en el sector de la comunicación científica, desarrollo de empresas, marketing, propaganda, etc.); y la relevancia de asignaturas que presentan estudios de caso de proyectos divulgativos de gran éxito.

Entre los proyectos divulgativos de éxito tenemos una asignatura dedicada exclusivamente al Proyecto Atapuerca, en la que se enseña, no solo la relevancia y singularidad de los restos arqueopaleontológicos y los resultados científicos derivados de sus estudios, sino también el modelo de divulgación científica construido en torno a estos trabajos de investigación realizados en la sierra de Atapuerca.

En esta materia se analiza cómo este proyecto se ha convertido en un referente internacional en el campo de la prehistoria y la evolución humana, en el campo de la divulgación científica. Junto a los hallazgos y publicaciones científicas, uno de los méritos más importantes del Proyecto Atapuerca radica en la capacidad de divulgar todos estos descubrimientos. Se muestra a los alumnos la gran importancia que tuvo la implicación de la población local durante la primera fase del proceso para concienciar a los habitantes del territorio de la singularidad y exclusividad de estos yacimientos. Atapuerca es un proyecto divulgativo que comenzó desde una posición muy humilde, pero que ha revolucionado el modelo de la comunicación científica en este país, así como una ciudad como Burgos con la puesta en marcha del Sistema Atapuerca y la inauguración en 2010 del Museo de la Evolución Humana (MEH). La divulgación de Atapuerca es capaz de mover por su entorno unas 450.000 visitas entre los yacimientos, el Centro de Arqueología Experimental (CAREX), el MEH y todas las actividades realizadas alrededor de estas infraestructuras. Con estas visitas el proyecto ha generado un importante número de puestos de trabajo.

No queda otra que felicitar a este gran equipo de Atapuerca, que desde el inicio apostó por la divulgación y nos abrió camino a muchos comunicadores relacionados con la prehistoria y las Ciencias Sociales. Seguiremos vuestro ejemplo.