Las similitudes y diferencias encontradas en fósiles de África, Asia y Europa apuntan a una evolución propia del género Homo en Eurasia. Así lo respaldan tres estudios publicados recientemente sobre los cráneos de Buia (Eritrea), Maba (China) y un fragmento de parietal de Homo antecessor de Atapuerca (Burgos). La hipótesis de una evolución independiente entre África y Eurasia durante buena parte del Pleistoceno inferior y medio fue expuesta por primera vez en la tesis doctoral de María Martinón Torres (2006), tras analizar varios miles de dientes fósiles. Durante los años posteriores, la hipótesis fue ganando peso gracias a nuevos estudios del Equipo de Investigación de Atapuerca.
El estudio del cráneo de Buia, un homínido africano datado en un millón de años y atribuido a la especie Homo erectus, sugiere una forma cerebral con varios rasgos primitivos y algunos caracteres distintivos. Por su parte, la reconstrucción de la cara del cráneo de Maba, hallado en la provincia china de Guandong en los años 50 y que ha sido datado entre 300.000 y 130.000 años de antigüedad, sugiere rasgos afines a los neandertales. No obstante, este cráneo tiene una forma cerebral más arcaica y menos especializada, similar a la de Homo erectus y Homo heidelbergensis. Precisamente, la misma combinación se encuentra en los individuos del yacimiento de la Sima de los Huesos, en Atapuerca.
En cuanto al estudio anatómico del fragmento más grande hasta ahora conocido del neurocráneo de Homo antecessor, el parietal descubierto en 2003 en el yacimiento de la Gran Dolina de la sierra de Atapuerca y datado en alrededor de 840.000 años, se han observado caracteres primitivos comunes a Homo erectus y a otros homínidos arcaicos.
La teoría que manejan los científicos actualmente es que los primeros homínidos llegaron de África hace aproximadamente dos millones de años, pero después se movieron transversalmente, probablemente partiendo del sureste de Asia, lo que explica las similitudes entre los cerebros de los yacimientos asiáticos y los de Atapuerca.
Referencias:
- Bruner, E. et al (2016). “The endocast of the one-million-year-old human cranium from Buia (UA 31), Danakil Eritrea”. American Journal of Physical Anthropology. DOI: 10.1002/ajpa.22983
- Wu XJ y Bruner, E. (2016). “The Endocranial Anatomy of Maba 1”. American Journal of Physical Anthropology. DOI: 10.1002/ajpa.22974
- Bruner, E. et al (2016). “A human parietal fragment from the late Early Pleistocene Gran Dolina-TD6 cave site, Sierra de Atapuerca, Spain”. Comptes Rendus Palevol. In press. DOI: 10.1016/j.crpv.2016.02.002