Tortuga a la brasa, salteada o en conserva: una visión desde el Próximo Oriente


Coja usted una tortuga de tierra, dele la vuelta, sitúela sobre ascuas, y cuando considere que ya está bien asada, intente abrir su caparazón meticulosamente insertando un cuchillo por los agujeros de las patas o rómpalo directamente por la zona lateral. Puede servirla sola o decorando el plato con ayuda de hierbas y algunos frutos silvestres. Esta receta, aparentemente sencilla, tiene alrededor de 400.000 años de antigüedad y parece haber sido la manera más habitual de consumir tortugas en el yacimiento israelí de Qesem Cave. Recientemente, un equipo internacional encabezado por Ruth Blasco, investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), ha publicado un trabajo en la revista Quaternary Science Reviews sobre el consumo de estos animales en el Próximo Oriente.

Según el equipo investigador, la dieta cárnica de los homínidos que ocuparon Qesem Cave se basaba fundamentalmente en ungulados, sobre todo gamos, pero en ocasiones la complementaban con el consumo de estos pequeños reptiles. Los análisis tafonómicos y zooarqueológicos de este yacimiento, con una cronología que va más allá de los 400.000 años y hasta unos 200.000 años de antigüedad, han demostrado la presencia de restos de tortugas con marcas de corte, fracturas intencionales y signos de cremación en al menos dos niveles de su secuencia estratigráfica. Esto indica que “la receta de cómo cocinar una tortuga” se mantuvo en el tiempo, e incluso nos permite plantear cuestiones respecto a la división del trabajo en el yacimiento: ¿qué parte del grupo encontraba y recogía las tortugas? Esta es la pregunta que nos hacemos ahora, pero podríamos aventurarnos y proponer que serían los miembros del grupo que no estaban involucrados en la caza de grandes animales, pero que podrían sentirse útiles obteniendo otro tipo de recursos con bajo coste energético, como ancianos, niños o personas con movilidad limitada.

Hay casos históricos en los que las tortugas fueron conservadas vivas y utilizadas como una especie de carne en conserva. Pero, quizás, los habitantes de Qesem simplemente maximizaron sus recursos locales, dándonos pistas sobre el conocimiento de sus capacidades y, tal vez, de sus gustos y preferencias.

Blasco, R., Rosell, J., Smith, K. T., Maul, L. Ch., Sañudo, P., Barkai, R., Gopher, A. (2016). Tortoises as a dietary supplement: A view from the Middle Pleistocene site of Qesem Cave, Israel. Quaternary Science Reviews 133, 165-182. doi:10.1016/j.quascirev.2015.12.006