Yacimientos de Dmanisi

Expedición española 2017 a las excavaciones de Dmanisi, (República de Georgia)


Por Liv Motta

La Fundación Atapuerca ha firmado varios acuerdos de colaboración con instituciones científicas nacionales e internacionales para promover el intercambio de expertos. Entre ellos está el acuerdo alcanzado con el Museo Nacional de Georgia (de la República de Georgia), que ha permitido que este año un equipo de investigadores georgianos excavasen en los yacimientos de la sierra de Atapuerca y que, a su vez, un equipo español formado por Cecilia Barroso, Francisco Javier Luengo, Mónica Villalba y Liv Motta, participase en la campaña de excavación de los yacimientos de Dmanisi.

Liv Motta

Tras nuestra llegada a Tiflis (o Tbilisi), capital de la República de Georgia, la madrugada del 14 de agosto, los cuatro integrantes del equipo español fuimos trasladados a un hotel en el centro de la ciudad. A media mañana nos dirigimos al Museo Nacional de Georgia (GNM) donde disfrutamos de una estupenda visita guiada de la mano de los investigadores Nikoloz Tsikaridze y Nikoloz Vanishvili. Conocimos la recién inaugurada sección de Prehistoria, en cuya concepción y desarrollo estuvieron ellos involucrados, además de realizar un recorrido por la historia de Georgia a través de sus extraordinarias colecciones. Esa misma tarde partimos con destino a los yacimientos de Dmanisi. El día 15 nos incorporamos a la campaña de excavación que se encontraba ya en su recta final después de aproximadamente un mes y medio de trabajo. El equipo de excavación estaba formado por investigadores georgianos del GNM y por otros colaboradores locales (excavadores, conductores y cocineras). Nada más llegar a los yacimientos, la arqueóloga Teona Shelia nos llevó a cada uno de ellos, y nos explicó su cronología y estratigrafía, además de los pormenores de su descubrimiento y de los restos encontrados. Por su parte, Jimsher Chkhvimiani, director del yacimiento medieval de Dmanisi, tuvo la amabilidad de enseñarnos el suyo. A otros miembros del equipo nos llevaron más adelante a conocer los alrededores de Patara Dmanisi, el pueblo en el que nos alojamos, y en el que también se encuentran abundantes construcciones y enterramientos de época medieval. En lo que se refiere a las labores de excavación, recibimos instrucciones y apoyo por parte del equipo georgiano en todo momento. Normalmente nos dirigíamos a las ocho de la mañana a los yacimientos, situados a menos de 1 km del pueblo. La jornada proseguía hasta las once, cuando preparábamos la comida y descansábamos, reanudando las excavaciones sobre las doce. A las tres de la tarde volvíamos al alojamiento y posteriormente realizábamos labores de triado y/o de laboratorio, durante una o dos horas. El resto del día lo teníamos libre. A los españoles se nos encomendó la labor de excavar los niveles B1b y B1a. La unidad B1 se sitúa sobre el límite Olduvai-Matuyama, cuya datación se ha establecido en 1,77 millones de años. Se nos asignó una cuadrícula a cada uno y, salvo en algún momento concreto, seguimos excavando la misma zona hasta el final de la campaña. El sedimento se encontraba por lo general bastante cementado y contenía restos de fauna (dientes y fragmentos de huesos largos de ciervo, etc.), aunque no en abundancia. La mayoría de los restos óseos que observamos de macrofauna se hallaban en otra zona del yacimiento; al tratarse de los últimos días de campaña se encontraban ya en superficie prácticamente listos para su recuperación. Las jornadas siguieron su curso sin demasiados cambios. Antes de que llegara a su fin la campaña recibimos la visita de David Lordkipanidze, director del GNM y de las excavaciones, muy amable y atento hacia nosotros. El día 25 volvimos a Tiflis con el fin de realizar un recorrido por la ciudad, de la que solamente habíamos conocido el GNM. Por la noche, una de las integrantes del equipo nos invitó a una cena de despedida en su casa y posteriormente, de madrugada, cogimos el vuelo de vuelta a Madrid. La experiencia de excavar en Georgia resultó muy provechosa tanto para mí como para mis compañeros y nos ha enriquecido personal y profesionalmente. Para los que estamos enamorados de la prehistoria ha sido todo un privilegio poder participar en las excavaciones de un yacimiento tan emblemático junto a un equipo tan lleno de entusiasmo. Por otra parte, tuvimos la oportunidad de conocer muchos aspectos de la cultura y de las gentes de Georgia, que nos sorprendieron muy gratamente. Creo que mis compañeros estarán de acuerdo conmigo al afirmar que nos han tratado con suma amabilidad e incluso con cariño, puesto que se sienten además muy cercanos a la cultura española, a “la otra Iberia”.