La metodología arqueológica utilizada en los yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril está basada en la excavación en extensión y el estudio simultáneo de todos los yacimientos, lo cual nos ha permitido, por primera vez en Europa, relacionar las ocupaciones que se localizaban en diferentes cavidades cercanas, datarlas y entender cómo ha sido utilizado en el pasado el sistema kárstico.
El desarrollo de los métodos de datación nos ha servido para entender mucho mejor que la tecnología de Sima del Elefante en el nivel TE9 y Gran Dolina en TD6 no es de tipo africano, sino que posiblemente deriva de la encontrada en Dmanisi (Georgia) y Ubeidiya (Israel), de 1,8 y 1,4 millones de años, respectivamente. Por eso no lo llamamos Olduvayense, sino Modo 1 evolucionado.
La tecnología de TD6 se basa en la extracción de lascas con filos cortantes, mediante métodos de talla no organizados, con los que los homininos no habían conseguido ni maximizar el número de lascas ni la cantidad de filo cortante por lasca extraída. Sin embargo, ofrece un número relativamente elevado de lascas retocadas como denticulados, raederas y muescas.
Este tipo de útiles será relativamente abundante en tecnologías posteriores, como el Achelense, característico porque a menudo sus conjuntos presentan instrumentos de gran formato, como bifaces y hendedores, con un potencial de actividades variado. En la Trinchera, tenemos Achelense en Galería en el nivel TG10 y en Dolina desde TD10-2 hasta TD10-4. Con el Achelense, los homininos aplican métodos de talla sistematizados, con acciones de preparación y corrección, que permiten explotar los núcleos hasta el final, obtener un número mayor de lascas por núcleo y de filos cortantes por lasca.
Observamos una transición tecnológica entre el Achelense y el Musteriense en los niveles superiores de Galería (TG11) y Dolina (TD10-1), cambio más sutil que el anterior, y que se refleja en la abundancia de raederas y puntas, el dominio de los métodos de talla centrípeto y Levallois y la reducción en la fabricación de grandes instrumentos.
Marina Mosquera