En Cueva Fantasma la excavación se sigue desarrollando en los sectores del yacimiento, el sondeo del sector de entrada de Cueva Fantasma (CF), cuyo tramo superior documenta niveles de ocupación de los neandertales, y en el sector interno o Sala Fantasma (SF), vinculado a un cubil de hienas.
En el sector de entrada de Cueva Fantasma se intervenido en el nivel CF24, de entre 70-100 mil años de antigüedad aproximada. Este nivel, ha aportado un interesante conjunto de útiles líticos entre los que se han identificados raederas y puntas, así como pequeños restos de talla, de sílex, cuartita y arenisca, elaborados con el método de talla Levallois (Paleolítico medio).
Entre los restos faunísticos destaca la acumulación de caballos, con restos pertenecientes a vértebras y articulaciones de las patas y de caballo. Estos huesos presentan marcas de actividad humana (como la fractura para la extracción de médula ósea).
La industria lítica y los huesos intervenidos confirman a este sector como el área de mayor actividad de los neandertales en la cueva, pero sus visitas en esta zona son muy esporádicas.
En el sector de Sala Fantasma, situado en la parte interna de la cueva y el de mayores dimensiones del yacimiento, se ha intervenido en los subniveles SF30A y SF30B. En el área contigua al sector de entrada, se ha excavado la zona vinculada a una antigua charca, en donde aparece una importante acumulación de restos de caballos, sin ningún tipo de marcas. Por su parte el sector más profundo, un cubil de hienas, contiene una gran acumulación de restos de caballos y ciervos, así como un gran bóvido, consumidos, roídos y muy alterados por las hienas. También se han recuperado huesos de hiena, león, entre otros carnívoros. Esta superficie es la más moderna de las tres, pudiendo tener una antigüedad aproximada de unos 50 mil años.
Por último, en el sondeo estratigráfico situado en tramo inferior de CF, la intervención de 2025 ha profundizado en el nivel CF19, y CF 18, destaca la presencia de numerosos coprolitos de hiena gigante (Pachycrocuta) así como restos de herbívoros, desatacando una cornamenta de ciervo (Dama dama), vinculados en el Pleistoceno inferior, en torno al millón de años.

Mandíbula de hiena recuperada en el yacimiento de Cueva Fantasma. Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA

Acumulación de restos de coprolitos de hiena gigante (Pachycrocuta) en el yacimiento de Cueva Fantasma. Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA