La Fundación Atapuerca nació hace más de 20 años con el objetivo de difundir y respaldar el Proyecto Atapuerca. Este apoyo se materializa antes, durante y después de la campaña; durante este periodo se convierte en una herramienta más al servicio de la excavación. Buena parte del equipo de trabajo de la Fundación colabora en la organización, logística, comunicación, gestión de visitas, actos institucionales y en las tareas de divulgación relacionadas con las excavaciones.
Todas las campañas son diferentes, pero esta, sin duda, ha sido inédita. La situación creada por la COVID-19 ha supuesto un reto que nos ha dado la oportunidad de crecer ante las dificultades de la mano del Equipo de Investigación de Atapuerca. Siguiendo los mandatos del patronato, la Fundación ha asumido la seguridad de la campaña y, para ello, además de todos los seguros preceptivos, se ha realizado una evaluación de puestos de trabajo, un plan de prevención de riesgos, un plan de contingencia COVID-19 y se ha contado con la presencia física de un técnico de prevención durante toda la campaña. Además, se han suministrado equipos de protección individual y se ha impartido un curso sobre prevención de riesgos en excavaciones arqueopaleontológicas a todos los participantes en el trabajo de campo de este año. En relación a la COVID-19, la Fundación facilitó la realización de test serológicos a todos los integrantes para minimizar el riesgo de contagio. Además, esta entidad ha trabajado en aspectos relacionados con la organización administrativa y documental de los diferentes miembros, suscribiendo convenios de colaboración con los centros de procedencia de los investigadores y creando un programa de voluntariado que da cobertura a la situación de las personas con experiencia que participan en la campaña y que no pertenecen a ninguna universidad o centro científico.
Por otra parte, la fisioterapeuta Paloma Martínez Bastante ha realizado un informe técnico sobre recomendaciones de fisioterapia preventiva para los participantes en las excavaciones en la sierra de Atapuerca.
La Fundación ha sido el hilo conductor en las facetas descritas y su labor no hubiera sido posible sin la colaboración del Equipo de Investigación de Atapuerca, de las instituciones públicas, de los centros científicos y del imprescindible apoyo de todos los patronos. A todos ellos, ¡MUCHAS GRACIAS!