En El Portalón de Cueva Mayor, desde el año 2014 se está excavando en dos áreas distintas, una correspondiente a momentos de la Edad del Bronce y otra al periodo Neolítico antiguo.
Dentro de la cultura material recuperada en los niveles neolíticos, datados alrededor de hace 7300 años, se encuentra un área de actividad centrada en la realización de decenas de fuegos/hogares para, por ejemplo, el procesado de comida o el tratamiento térmico del sílex a la hora de tallarlo. Entre los animales consumidos destaca la gran abundancia de restos de caballos salvajes, lo que demuestra una gran dependencia aún de la actividad cinegética de estas primeras poblaciones neolíticas, aunque complementen la dieta con el consumo de animales domésticos como ovejas, cabrás y vacas. Además, se encuentran también útiles en hueso como punzones y agujas, algunos elementos de adorno como cuentas de conchas marinas, además de abundantes fragmentos de cerámicas, algunas finamente decoradas. Se han encontrado también abundantes herramientas en piedra como pequeñas láminas de sílex, percutores, molinos, hachas pulidas, etc.
Del conjunto de cultura material correspondiente a la Edad del Bronce, e un nivel entre 3300 y 3600 años, se puede destacar la excavación de un nivel muy rico en restos arqueológicos, con abundantes hogares y una importante cantidad de fragmentos óseos y cerámica lisa junto a otros decorados y de fina factura. La industria lítica está representada por abundantes fragmentos de sílex, cuarcitas y areniscas. La fauna doméstica está representada por ovicaprinos, cerdos y algunos restos de caballo, y la salvaje sobre todo por ciervos y corzos. Como novedad de este año, durante el triado de los materiales recuperados en el proceso de flotación en el río, se han encontrado restos de ratón doméstico - Mus musculus – en estos niveles, lo que podría representar la presencia más antigua de esta especie registrada hasta ahora en la Península Ibérica.
Restos de ratón doméstico recuperados en El Portalón
La abundancia de restos en ambos niveles ralentiza la excavación, pero demuestra la intensidad con la que los grupos humanos se asentaron en este enclave durante milenios.