Gran Dolina TD6


Por Coordinadores: Marina Mosquera, Palmira Saladié y Andreu Ollé

La campaña de 2025 ha dado continuidad a la tercera fase de excavación en la unidad TD6 del yacimiento de Gran Dolina, iniciada hace dos años. Se trata de la unidad que contiene el conocido Estrato Aurora (TD6.2), donde, en dos periodos anteriores (1994-1997 y 2003-2011) se pusieron al descubierto los restos de un campamento de hace 850 000 años. En él aparecieron alrededor de 180 fósiles humanos junto a una gran cantidad de restos de ciervos, caballos, bóvidos y otros animales, así como un conjunto de herramientas de piedra que habían sido producidas, utilizadas y abandonadas en el lugar. El estudio de estos fósiles permitió documentar el evento de canibalismo más antiguo conocido hasta el momento y, por otra parte, puso de manifiesto una combinación de rasgos anatómicos que llevó a la propuesta, en 1997, de la nueva especie Homo antecessor.

Los trabajos de este año han continuado centrados en excavar el techo de la unidad (denominado TD6.1). En él, se ha documentado una letrina de hienas, con más de 1300 coprolitos (heces fósiles) de este carnívoro, lo cual aporta una singular y valiosa información paleoecológica sobre el momento en el que se dejó de usar la cueva como campamento.

En contacto con la capa de coprolitos, además de algunos huesos de animales, están apareciendo instrumentos de piedra realizados en diferentes materias primas, y un nuevo conjunto compuesto por 10 fósiles de Homo antecessor. En primer lugar, contamos con 2 dientes, que han permitido identificar un nuevo individuo, un adulto joven. Además, tenemos 3 nuevas vértebras, una falange del dedo índice, un fragmento de costilla, y tres fragmentos de huesos de las extremidades. Algunos de estos restos presentan huellas de carnicería en forma de marcas de corte e impactos de percusión derivados de su fracturación para el aprovechamiento de la médula ósea. En definitiva, se trata de nuevas muestras de las prácticas caníbales registradas en TD6. Entre ellas, llama la atención un fragmento de la segunda vértebra cervical o axis de un individuo infantil (de entre 2 y 4 años), que presenta unas marcas de corte derivadas de la separación de la cabeza del tronco.

Los resultados de esta campaña dan fe del riquísimo contenido fosilífero de TD6, con ya 200 fósiles humanos y auguran unas excelentes campañas para los próximos años. Todo ello, sin lugar a dudas, refuerza el interés de la comunidad científica internacional por la investigación realizada por el EIA.

Restos de Homo antecessor recuperados en la unidad TD6 del yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca, con marcas de corte. Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA

Vértebra infantil de Homo antecessor recuperada en la unidad TD6 del yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca, que presenta marcas de corte indicativas de actividad canibalística. Foto: Maria D. Guillén / IPHES-CERCA